Y LA OCTAVA VEZ QUE NOS CITAMOS EN SEVILLA

Triste despedida. La octava CITA EN SEVILLA, que tuvo lugar durante la primavera de 1.991 fue la más desastrosa de todas, y no solo en lo que respecta a la programación, sino también a la organización, cambios de cartel, caídas de última hora, gestión de fechas… y por si fuera poco, coincidencia con otros espectáculos que a muchos de nosotros nos pusieron en el brete de tener que elegir; algo que en realidad es bueno porque eso implica que la oferta musical es variada, pero que en aquellos tiempos en que no estábamos nada acostumbrados a eso, nos fastidió bastante algunas noches.

Como siempre, en los prolegómenos de la Cita se hicieron oír los ediles del Partido Popular, esta vez acusando al alcalde de que la iba a utilizar con fines puramente electoralistas. Como quiera que el festival se iba a celebrar durante la campaña para las elecciones municipales, Jaime Bretón acusaba a Manuel del Valle de rentabilizar políticamente los eventos que tendrían lugar y aprovecharlos para desviarlos hacia las urnas.

Y es posible que la concejalía de cultura intentase hacerlo así porque la verdad es que se movió bastante intentando cerrar un cartel que fuese atractivo, pero se encontró con el problema de que la Guerra del Golfo, que tuvo sus momentos álgidos entre enero y abril, precisamente en los momentos de contacto con los artistas, había hecho que prácticamente todos los grupos y cantantes americanos que tenían previsto comenzar giras fuera de su país las retrasasen, con lo que no sirvieron de nada los avanzados contactos que se tuvieron con B. B. King, Suzanne Vega, Bonnie Raitt, Gloria Estefan, los New Kids on the Block… pero a pesar de todo lograron apuntarse el triunfo en el más ansiado de todos los intentos: íbamos a tener para cerrar la Cita nada menos que a Bob Dylan.

Con los españoles también hubo algunos problemas de contratación, y declinó su aparición Rocío Jurado, aunque se compensaron las ganas de tener un concierto con algún artista español mayoritario al contratar a los Héroes del Silencio. Miguel Bosé también fue otro de los que en los primeros contactos dijeron que no vendrían, porque este año no iba a hacer conciertos en España, pero al final aceptó y, como ya ocurriese en una ocasión anterior, fue él quien inauguró la Cita de este año. Una Cita en Sevilla que terminó por quedar configurada definitivamente tal y como podéis ver en el cartel reproducido aquí a la izquierda.

De todas formas os lo he reproducio solamente para que veáis que es cierto que tuvimos programados inicialmente a ésos, pero no hace falta que lo miréis demasiado ni os lo aprendáis de memoria porque no os iba a servir para mucho.

Con este cartel, el concejal de cultura, Bernardo Bueno, aseguraba que se recuperaba la brillantez de otras ediciones anteriores, sobre todo con la gran atracción que suponía la venida a Sevilla de Bob Dylan. Y además habían logrado contratarlo por un precio realmente bajo, porque las grandes figuras internacionales se movían en cachés que oscilaban entre los treinta y los cuarenta millones de pesetas, que era algo que el Ayuntamiento no podía sufragar sin un mayor patrocinio de las empresas privadas, y a Dylan solamente les costaba traerlo doce millones de pesetas.

El presupuesto total de esta octava edición de la Cita en Sevilla era de 150 millones, de los que la Sociedad Estatal Expo ’92 aportaba 30 y el resto los ponía el Ayuntamiento, con aportaciones de la Consejería de Cultura, la de Asuntos Sociales, las juntas municipales de distritos, la Universidad y varias entidades comerciales. Y a la hora de presentarla ya se aseguró que el año siguiente no iba a celebrarse la Cita, dada la amplia oferta de actividades culturales que se preveían con motivo de la Expo.

Así que quince días después, el sábado 27 de abril, llegó el gran día de la inauguración del evento, y con él llegó también la gran desilusión. El fantástico broche de oro que teníamos se había desprendido y se nos había perdido: Bob Dylan anunciaba precisamente hoy que suspendía su gira por España y Portugal. No fue el único en salir del cartel… pero ¿a quien le importaba un carajo que tampoco fuesen a venir los anunciados Tam Tam Go! al lado de la pérdida de Dylan?

Y con ello el discurso del Partido Popular cambió por completo. Donde antes todo eran acusaciones de que el PSOE se había guardado este as dylaniano en la manga para utilizarlo con fines electoralistas, ahora la acusación era que los artistas que venían a la Cita eran los mismos de siempre, y la concejalía de cultura había desaprovechado, como siempre, una oportunidad de haber puesto a Sevilla en el mapa de las giras de los grandes artistas de rock, al igual que estaban otras ciudades españolas mucho menos importantes que la nuestra. Y dejando aparte el hecho del maniqueísmo de estas nuevas afirmaciones de Jaime Bretón, la verdad es que (y mira que me repatea tener que darle la razón, jejeje) el cartel, sin Bobby, estaba poblado por artistas que ya habíamos visto por aquí casi en su totalidad.

Y a todo esto, Miguel Bosé cantando sobre el escenario del Auditorio del Prado, sin interés para nadie, ni siquiera para la prensa sevillana que prácticamente no le dedicó unas líneas a su concierto ni para contar el ambiente previo ni para hacer una crítica de la actuación. A mi no me miréis, que yo tampoco estuve.

El siguiente concierto tendría lugar el jueves día 2 de mayo con Lole y Manuel, una pareja artística y matrimonial que ya había dejado de ser las dos cosas, pero que de nuevo se estaban dejando escuchar conjuntamente tras su reaparición tres meses antes en dos noches de conciertos en las que llenaron por completo el corto aforo del Teatro Lope de Vega. Así que todos los seguidores que en esa ocasión se quedaron sin verlos tenían ahora una nueva oportunidad. A mí podéis seguir sin mirarme, porque preferí seguir dejando esa oportunidad para otra ocasión porque en el Fun Club tocaban esa misma noche los Del Tonos, y su disco “Tres hombres enfermos”, uno de los mejores que circulaban entonces por España, me atraía más que una ración de nostalgia.

En la noche siguiente, la del viernes 3, estaba previsto el concierto que organizaban los 40 Principales, pero se aplazó hasta el día 28, por lo que el siguiente concierto de la Cita era el de los Héroes del Silencio, el día 9 de mayo. Venían durante la gira de presentación de su disco “Senderos de traición”, con la que se afianzaron como el grupo de masas que todos conocemos. Pero la verdad que a mí su ampulosa música nunca me ha atraído, por lo que tampoco anduve esta noche por el Auditorio del Prado.

Como tampoco lo pude hacer dos noches depués, el sábado día 11, y esta vez bien a mi pesar porque Carmel era el grupo que más me atraía de toda la Cita de este año. Pero para cuando se había hecho pública la fecha de este concierto resultó que mis colegas de Producciones Informales y yo ya teníamos programado otro concierto para la misma noche.

Así que después de no haber tenido nunca apenas conciertos de rock para poder asistir, en quella intensa noche que señalaba la prensa sevillana tocaban a la vez Carmel y The Godfathers, “dos de los acontecimientos más interesantes, dentro del mundo de la música eléctrica, que hayamos podido presenciar en Sevilla en mucho tiempo”, según señalaba Luis Clemente en “El Correo de Andalucía”.


Y para que este post no siga siendo un texto desierto de crónicas de los conciertos que hubo en aquella Cita, os dejo algunos párrafos que el propio Luis escribió también.

La noche fue la del 11 de mayo. Quizás la fecha más interesante de la actual Cita en Sevilla, una vez descolgado Bob Dylan del cartel. El nombre era Carmel, el de la cantante y el trío respaldado por otros tres músicos. Dieron un repaso a su discografía, que fundamentalmente promocionaba los grandes éxitos de su último LP.

Algunos decían de ella que más que elegante era sosita, pero la música sí que era impecable, ya fuera vestida de soul, reggae, pop o sobre ritmos africanos. Y la voz de Carmel McCourt era “de calité”.

Los que después del último tema de Carmel (una larga versión del clásico “Tracks of my tears”) decidimos recorrernos el kilómetro largo que hay hasta la sala Alcázar, nos encontramos con un ambiente ya humeante y sudoroso. Hacía un cuarto de hora que los Godfathers ya estaban repartiendo caña, y por supuesto que nos perdimos al grupo precedente, Los Restos.

Después de un mesurado concierto al aire libre nos castigábamos los tímpanos con las estridencias de una guitarras sin piedad que se confabulaban con la torturante acústica de la sala. Pero valía más una sola mirada punk de Peter Coyne sobre la audiencia que todo un concierto de cualquier baboso; el cantante solo movía un poco el pie derecho y bramaba flanqueado por dos guitarras fufriosas para basar su repertorio en el último LP, “Unreal world”, Actitudes comprometidas e himnos coreados por un millar de asistentes saltarines al que podría ser el último concierto tanto de Producciones Informales como de la sala Alcázar.

En fin, que o pasamos largos meses de sequía o nos llega de golpe a los oídos el maná. A saber cuando nos volverá a visitar algún grupo extranjero interesante.

Éstas últimas apreciaciones de Luis sobre el negro futuro de la sala, los promotores y las visitas internacionales, no llegaron a cumplirse, aunque en el momento de escribirlas estaban muy bien fundadas. El que nosotros hubiésemos realizado nuestra mayor inversión económica hasta la fecha para traer a un grupo internacional, y el encontrarnos con el relatívamente pobre respaldo del público, nos hizo replantearnos nuestra situación, e incluso algunos de los “socios” informales abandonó el barco. Pero continuamos durante dos años y pico más trayendo nuevas bandas foráneas. Y la sala también siguió albergando conciertos, tanto con este nombre actual como posteriormente, ya transformada en La Fábrica de Colores, una vez que Manolo Están y Paco Trilita decidiesen invertir en ella, en lugar de en comprarse un chalet (como me dijo el propio Manolo), las ganancias que tuvieron con sus trabajos en recursos humanos para los conciertos de los espectáculos previos de la Expo (¿recuerdas aquello del “Guitar Legends”, por ejemplo?) y de los de la propia muestra universal.

El concierto de Carmel fue precedido esta noche por otro de los sevillanos Sexto Sentido, que se hallaban inmersos en la preparación de su segundo disco, después de sufrir un gran cambio tanto de estilo como de personal; y si no habían cambiado también el nombre fue por rentabilizar el conocimiento que la gente todavía tenía de él. No solo teloneaban a Carmel aquí, sino también en el resto de los conciertos que dio la banda inglesa por tierras andaluzas, en Granada, Córdoba y Málaga; aunque su misión no iba más allá de calentar el ambiente durante media hora.

Como has visto ya en el texto de Luis Clemente, nosotros también pusimos a otro grupo sevillano para ir encendiendo los ánimos; fueron los Restos. En aquella época, la escena indie sevillana basculaba entre los dos polos musicales más atractivos que existían, los situados en Seatle y en Manchester, y si la Compañía Malpaso se miraba en el espejo de los grupos procedentes de la ciudad americana, los Restos eran la mejor muestra que teníamos de un sonido con reminiscencias del “madchester”. Guille, David, Diego y José María dieron un concierto lleno de sonidos potentes y tenebrosos, de los que tienes una muestra en el Radioblogin’ que hay a la izquierda de la pantalla, ya que la canción incluída, “Gloria al alcohol”, está grabada precisamente en esta noche. Por cierto, que hace unos días me dijeron que los Restos andan reunidos de nuevo.

Aunque no se notó en absoluto, The Godfathers vinieron aquí un poco cojos de personal, porque el bajista Chris Coyne (hermano de Peter, el cantante) se había roto un brazo unas semanas antes y se había quedado en Inglaterra con su escayola; aquí lo estaba sustituyendo el técnico de sonido de la banda, aunque el sonido con él era igual de contundente y salvaje que con el bajista original. Repasaron las mejores canciones de sus comienzos, aunque el repertorio básico del concierto lo extrajeron de su reciente disco, “Unreal world”, dejando un par de buenas versiones para el último de los bises, en el que revisitaron a los Ramones y a los Small Faces, dedicando el “All or nothing” a Steve Marriot, que había fallecido hacía solamente dos semanas.

A Londonbeat, que fue el grupo que llegó al Auditorio del Prado el día 15 tampoco fui a verlos. Y eso que éste hubiese sido el mejor momento para hacerlo porque fue el punto álgido de su carrera, cuando arrasaban con la canción “I’ve thinkin’ about you”; pero su sonido de rhythm & blues pasteloso y bailable, con mezclas africanas y reggae del más light, no me atraía en absoluto, por lo que decidí pasar de ellos. Nunca volvieron a tener un éxito como aquél, a pesar de que todavía siguen en activo… pero degenerando tanto con el tiempo que incluso llegaron a participar en el Festival de Eurovisión.

Y dos días después, el viernes 17 de mayo, llegaban La Unión, que si ya dos años antes me parecían lo suficientemente pasados como para no asistir a su concierto, imaginaos éste año en que además a la misma hora que ellos en el Fun Club estarían tocando los Surfin’ Bichos, que sí eran un compromiso ineludible; no en vano estos albaceteños, liderados por el genio de Fernando Alfaro, eran lo más parecido que teníamos por aquí a los Pixies o a Jesus & Mary Chain, y venían presentando su mejor disco, “Fotógrafo del cielo”.

Y por fin llegó el día en que visité el Auditorio por primera vez este año. Fue el jueves 23 de mayo, en un concierto que había tenido ya dos cambios de cartel; el primero con la caída de él de Tam Tam Go!, y el segundo con el adelanto del viernes al jueves para no coincidir con los mítines de fin de campaña de los partidos políticos, que en su mayoría tendrían también grupos actuando; sin ir más lejos, aquí mismo en el Prado tendría lugar el mitin del PSOE, con la presencia de Lole y Manuel (de nuevo) y de Alcatraz.

Así que en el concierto de esta noche solamente estarían La Frontera, y fui a verlos más que nada porque el año anterior no pude ir, al coincidir su actuación en la misma noche en que nosotros trajimos a Cancer Moon y Died Pretty. El suyo fue un concierto desigual, bastante deshilvanado, y que más o menos parecía un ensayo de puesta a punto para la gira que iban a comenzar el mes siguiente presentando su último disco, “Palabras de fuego”, que ya estaba lleno de canciones que sobre todo eran de ésas para escuchar tranquilamente en la barra de un bar, pegado a un cubata, más que en un concierto al aire libre. El grupo había optado por la fórmula de gustar a todo tipo de público, y eso era lo que había esta noche por allí, todo tipo de público en plan “vamos a escuchar a este grupo tan guay que hace canciones tan bonitas de domingos por la tarde”. Demasiado azúcar donde antes había polvo del desierto.

Y la Cita que se paraba durante unos días porque el domingo 27 se celebraban las elecciones municipales. Aquí en Sevilla, pese a lo quemado que estaba el partido del gobierno municipal, el PSOE, solamente perdió un concejal de los 13 que tenía. Izquierda Unida perdió otro, que fueron los dos que ganaron los andalucistas, superando así en número de concejales, con 9, a los del PP, que se mantenían en 8. Y aunque los socialistas mantenían una buena diferencia sobre los demás, un pacto contra natura entre los andalucistas y la derecha (fuertemente rechazado incluso desde dentro del PA por algunos de sus pesos pesados, como Pedro Pacheco), hizo que perdiesen la alcaldía, que fue a parar a manos de Alejandro Rojas-Marcos.

La Cita en Sevilla se reinició el lunes 28 con el concierto que organizaban los 40 Principales, que había sido desplazado a este día desde el viernes 3 de mayo, que era su ubicación original. Esta vez nos traían a Los Ronaldos, a los que precisamente había visto junto a La Frontera en la Cita de dos años atrás, en un concierto tan perfectamente olvidable, que esta vez no estaba dispuesto a repetir la experiencia.

Y dos noches después quien venía era Lito Vitale, que también repetía por segundo año consecutivo. Estuve tentado de asistir, pero en esta Cita en que tan poca inercia de conciertos tenía, dos noches seguidas con música que no fuese rock eran algo que me superaba; así que deseché la new age latina de esta noche a favor del flamenco de la siguiente. Además, a lo mejor podíamos ver por fin a un Camarón tal y como lo recordábamos de años atrás.

¡Y joder que si lo vimos! Tras dos años fallidos por fin tuvimos a un Camarón de alta categoría, sin los artificios de una voz convertida en maullidos, con gran profundidad y riqueza. A lo mejor es que necesitaba la pureza de que su voz no fuese acompañada más que por una guitarra (Tomatito, como no) para cantar por derecho, con la personalidad que nadie le discutió nunca… entero… largo Camarón… ¿fue esta la noche en que incluso cogió una guitarra para hacer dúo con Tomatito, o me traiciona mi memoria y solo lo he soñado? Y qué taranta, por Dios…!

Yo estaba allí por Camarón, pero esa noche había dos voces más, la de Aurora Vargas y la de Rancapino. Y yo, que en esto del flamenco soy más festero que sentío (qué le vamos a hacer) disfruté bastante más con los tientos de la primera que con las soleás del segundo… menos mal que siempre todos terminan por bulerías.

Gracias a Dios, los comentarios que se extendían por el Auditorio mientras estaban los otros, de que las condiciones de Camarón posiblemente no hiciesen posible que se subiese al escenario, resultaron falsos y pudimos tener una noche llena de musicalidad flamenca, que ya nunca más se pudo repetir, porque Camarón dejaría de existir apenas trece meses después.

Y una vez caído Bob Dylan de los carteles, ya solamente quedaba la noche final de la Cita de este año; para la que aún había que esperar una semana, y que iba a ser la habitual noche dedicada a los grupos sevillanos, entre los que siempre figuraba el de Silvio. En la Cita del año anterior ya habían presentado canciones de las que figuraban en el último disco de Silvio y Sacramento, ”En misa y repicando”, aunque más que canciones habría que decir esbozos, ya que Silvio no pillaba bien todavía ni una de las letras. El disco finalmente se editó bastante después de ese concierto, por lo que en realidad su presentación oficial fue en esta Cita del ’91, con un Silvio ya recuperado del accidente que tuvo con un motero despistado, que le valió lucir durante bastante tiempo una buena cicatriz en la cabeza… de ahí que en la portada del disco apareciese con sombrero. Y además el personaje de Silvio estaba de actualidad porque sobre su figura se había editado también un libro, el que escribió Alfredo Valenzuela, con el nombre de ”Vengo buscando pelea”, que extrajo de una de las canciones del mencionado disco, una versión que Silvio hacía de una copla de Antonio Molina, o como decía él, ”de don Antonio Molina de Horces Castillo-Hidalgo, que vive en Ibiza más tranquilo que unas pascuas”.

En el escenario le acompañaron esta noche otras dos formaciones de aquí; la primera, Sexsoul, la banda de Javier Bonilla, en la que no podía faltar a la batería el inefable Antoñito Smash, y que solían hacer clásicos del rock en clave soul, con fuertes influencias de James Brown, Stevie Wonder y Quincy Jones… bueno, y de Toni Polster, según el guitarrista Sitín, que era un Biri de cuidao… aunque si mi memoria no me falla, y como Sexsoul era un grupo de formación bastante abierta, esta noche Sitín no estaba aquí y la guitarra corría a cargo de Valentín Ponce.

La otra banda era en realidad la estrella de la noche: Caledonia Blues Band, el mejor combo de blues de toda España (y parte del extranjero), que venía con una formación en la que Lolo Ortega había dejado su puesto de guitarrista a Quique Bonal durante la grabación del tercer disco del grupo, que acababan de terminar hacía muy poco tiempo, pero que no presentarían en directo hasta el mes de febrero siguiente. La verdad es que no sabría distinguir muy bien pasado todo este tiempo qué fue lo que oí en este concierto, ya que mi mente mezcla todo lo escuchado mientras les seguí durante aquellos casi dos años, en una florida etapa en que no pararon de tocar en nuestra ciudad… tras la Cita, dos conciertos en el Salón Dadá; otros dos o tres más en el Fun Club, uno de los cuales registró el mayor lleno de la historia del local, en una noche en la que Pepe Benavides tuvo que decirle al portero que dejara ya de vender entradas y cerrase la puerta; el concierto de la Expo, el que dieron abriendo para Charlie Musselwhite, después abriendo también para la segunda vez que vino Johnny Winter… así que para escribiros algo concreto opté por llamar por teléfono a los propios componentes de la Caledonia, pero o la mala vida les está pasando factura o ellos tienen los recuerdos aún más mezclados que yo, porque ni Mingo Balaguer ni Quique Bonal se acuerdan, no ya de algo concreto de esta noche, sino que no recuerdan este concierto siquiera…

Lo que sí recuerdo es que se daba el curioso caso de que uno de los componentes de cada uno de los tres grupos de esta noche habían sido socios en otro grupo anterior; uno bastante poco conocido, que se pierde en la noche de los tiempos de la historia del rock de la ciudad, pero que era una buena representación de la Escuela del Prensa. Su nombre era Pi Lakatú Fonsana (no me he hecho un lío con las teclas… se llamaba así); y en él estaban el Rama, batería de la Caledonia, que fue quien lo formó durante sus años en el Instituto Martinez Montañés; Juanjo Pizarro, guitarrista de Silvio y Sacramento y Javier Bonilla, vocalista de Sexsoul.

Y así llegó a su final la anual Cita en Sevilla. No diremos que con más pena que gloria, porque terminar con Silvio y la Caledonia, que son dos de los máximos referentes de la historia del rock sevillano es una forma bonita de hacerlo; pero hubiese merecido este evento un final mejor que éste de pie quebrado, con el concierto descolgado de una gran figura que nadie se preocupó siquiera de sustituir, y con un cambio de gobierno municipal tras el que tampoco nadie se preocupó de ofrecer resultados y balances de lo acontecido este año.

Tras el relevo en el Ayuntamiento, la concejalía de cultura pasó a manos de la andalucista Enriqueta Vila, aquélla que una vez me dijese, textualmente, que “el rock no es cultura”, y aunque se mantuviese muchos meses intentando hacernos creer la mentira de que la Cita no iba a morir, sino que simplemente tenía un año de aplazamiento para no tener que competir con la Expo del 92, lo cierto es que quedaba enterrada del todo.

Y también aunque Amparo Rubiales y Bernardo Bueno se quejasen amargamente muchas veces de que el nuevo gobierno municipal se estaba cargando a marchas forzadas la cultura en Sevilla, de la Cita solo nos quedó ya el epitafio que publicó la prensa de la ciudad.

36 comments

  1. Nicolai

    Pues sí, una Cita muy descafeinada. Menos mal que en octubre de ese año nos pudimos sacar la espina con el festival “Leyendas de la Guitarra” y sí que vino Dylan.
    En cualquier caso, muchas gracias Don Carrascus. Estos ocho post han sido muy entretenidos y creo que también necesarios.

  2. De nada, amigo Nico… oye, que ya he puesto en un lugar preferente la foto ésa que tú sabes.

    Y sí, vino Dylan unos meses más tarde para el “Guitar Legends” con que se inauguró el Auditorio de la Expo, hoy rebautizado con el nombre de Rocío Jurado.

    Como hace dos años y pico aún no andábais por este blog tú y algunos otros de los ahora asiduos, os dejo este enlace a un post de entonces en el que hablaba de Bob Dylan, pero en el que también hacía un prólogo y un epílogo en el que hablaba de ese Festival, con algunas cosas curiosas, un par de canciones de las que hizo Dylan, y el vídeo del fin de fiesta en plan all-stars de esa noche de Dylan.

  3. lu

    Pues creo que, si la memoria no me falla, no fui a ningún concierto de esta Cita. Sólo me escuece haberme perdido el de Camarón, al que nunca pude ver en directo.
    Me gustaría saber qué entiende Enriqueta Vila por cultura… ¿La suya? No puedo con estas cosas, en serio, y menos cuando viene de una concejala.
    Besos!

  4. Gracias amigo Carrascus por esta magnífica serie de entradas sobre la Cita en Sevilla. Una certámen que me perdí casi en su totalidad pero por el que siempre he tenido mucha curiosidad. ¿Quién tocó?…¿cómo fueron esos conciertos?…sobre todo porque después de esta última edición y el año de la Expo nos comimos los mocos en Sevilla durante el resto de la década esperando que volviera el Rock con mayúsculas. Al menos no tengo recuerdos de grandes artistas internacionales salvo al mencionado Johnny Winter o B.B. King en el 93. Algó habría pero no creo que mucho. Ha sido un placer leer todas ediciones. Un abrazo.

  5. Que bueno los Caledonias. Según cuentas en esta cita, ya estaba herida de muerte, y los hados se confabularon para que las elecciones acabaran con el poder socialista, y con él, el poco interés de esta especie de políticos que se quedaron anclado en la música “clásica” ¡que se la va hacer! y que Carmel sea la figura internacional…no se me parece mas de un grupo de sala que de gran auditorio. un abrazo

  6. EuLaliA

    No me imaginaba que Camaron tocara la guitarra, y menos todavia la electrica. Supongo que ha sido una suerte que le hayas podido disfrutar en uno de sus buenos momentos.

    Voy a echar de menos los posts de las Citas. Y sobre todo es una pena que dspues de tan buenos momentos como nos has descrito aqui, que su final sea una frase como esa con la que terminas el ciclo.

  7. Pues sí, Lali, tocaba la guitarra… y vuelvo a decir que yo juraría que fue en este último concierto donde le ví tocando algunos compases a dúo con Tomatito. Y desde luego, fue una suerte poder volver a verle como cuando le veía de más joven, cuando aún no era una leyenda y pasaba de ir a muchas de sus actuaciones, porque en realidad lo mío ya sabes que no es el flamenco. Después, cuando era casi de obligación asistir a sus conciertos, en realidad fueron bastante mediocres; menos mal que con éste me saqué la espinita.

    Juan Antonio, sí que casi te doy la razón en que la música de Carmel es para disfrutarla en locales más pequeños y cerrados; de todas formas tampoco desentonaba en un sitio como el Auditorio del Prado, que tampoco es que fuese un estadio ni nada de eso… seguro que si llega a venir Dylan nos las vemos y nos las deseamos para poder pasar. Y para rellenarlo bien todo de sonido, Carmel vinieron también con tres músicos más de apoyo. Yo ya te digo, a mí me hubiese encantado asistir a ese concierto, porque es un grupo que siempre me gustó… lástima la coincidencia de fechas.

    Gracias David… a ver si de una vez Sevilla se mete dentro del circuito internacional… oye, por ahí por tu lado del estadio se habla también de que la posible próxima banda que venga sean los Stones en la gira que van a programar para el año que viene?

    Y Lu… los misterios de la mente de los políticos son insondables; sobre todo de los de derechas y asimilados, jejeje… lo cierto es que la cultura (nombrada como conjunto de manifestaciones populares) dio en Sevilla un tremendo bajonazo después de la Expo con Rojas-Marcos de alcalde. Curiosamente, con Soledad Becerril no bajó más aún, aunque tampoco es que subiese prácticamente nada, en realidad solo se mantuvo en los niveles del anterior, y en los once años que lleva en el puesto Monteseirín, pues ya ves…

  8. Los que vayáis a disfrutar del “Monkey Week” pasaos por aquí, y después nos contáis:

    [img]http://farm5.static.flickr.com/4110/5057559130_7f321855e8_z.jpg[/img]

  9. Vidal

    Qué cosas… los únicos conciertos de esta Cita a los que recuerdo haber ido son los de Godfathers y Surfin’ Bichos… (ejem)

  10. Hizo usted estupendamente eligiendo a los Godfathers sobre Carmel, amigo Vidal. En realidad los que fueron primero a lo de Carmel y después vinieron a lo de Godfathers era la gente que no pagaba en ninguno de los dos lados… básicamente periodistas y gente de aún peor catadura, ya sabe…

  11. Hola Carrascus. La verdad es que no he oído ni leído nada sobre una posible nueva gira de los Rolling. De ser así, seguro que hay muchas posibilidades de que vengan. Estamos que nos salimos. Un saludo.

  12. Tampoco asistí a ninguno de los conciertos de esta Cita. Lo que sí recuerdo es haber visto a Caledonia en varias ocasiones aquel año. Y estuve a puntito de ir a ver a los Godfathers. Se lo juro señor Carrascus. Sabe usted eso de que más mueven dos tetas que dos carretas…pues eso me pasó.

  13. Davidd

    Aqui es donde empiezan mis recuerdos, aunque no por haber asistido. Tenia 11 años y no me dejaron (mis padres, lógicamente) ir al concierto de Héroes del silencio, grupo del que era fanático por entonces. Por cierto, una pequeña matización, el disco que promocionaban era “Senderos de traición”.

  14. Pues sí, Davidd, tienes mucha razón… ya está corregido. Gracias. Se ve que la biografía de los Héroes no es mi fuerte, y en eso de “senderos” me resultan mucho más conocidos los “senderos de gloria”, por la peli de Kubrick… de ahí mi lapsus mental, supongo.

    Tú eres nuevo por aquí, ¿no? Sé bienvenido.

    Y oiga, David (González)… en un caso como el de tener que elegir entre un concierto de rock y una mujer… no sé yo si tiene usted claras cuales son las verdaderas prioridades, jejeje…

  15. Bosssss

    He oido nombres raros en mi vida para un grupo, pero Pi Lakatú Fonsana se lleva la palma. ¿Que clase de música hace un grupo con un nombre así?

  16. Anda…! otro comentarista nuevo! Dos en dos días, estamos que nos salimos, jejeje…

    Sé bienvenido tú también, amigo Bossssssss…

    Sí que tiene cojones el nombrecito, sí… a ver si cuando hable con el Rama para el artículo del blues me acuerdo de preguntarle de donde lo sacó y por qué.

    Sobre la música que harían… pues estando ahí el susodicho Rama, el Juanjo y el Javi, pues los normal es que hiciesen rock clasicote a lo Hendrix, Cream… rhythm & blues… blues… soul de la Stax… digo yo, vamos; lo habitual entre todos los chavales que se reunían por las noches por los bajos de los bloques aquéllos de detrás del “Martinez Montañés”, pura Escuela del Prensa…

  17. losmierdas

    amigo carrascus, después de repasar la insustancial relación de actuaciones de esta última cita, me da la impresión de que no asistí a ninguna de sus veladas… no obstante, en su cita particular, la de algunos eventos paralelos que acontecieron en esos meses, si coincidimos… dentro de las tocatas del fun, la presentación de los Del Tonos… y desde luego, mi imborrable recuerdo de la tocata de nuestros admirados Padrinos en el Alkazar, a la que asistimos toda la peña, incluso la que se desplazó desde Cádiz (ya hacía tiempo que Jesus Serván nos había predicado la nueva religión)… sin embargo, me crea usted una duda… menciona la escasa entrada de aquel concierto, pero sin embargo en mi recuerdo, la sala estaba abarrotá y tuvimos que ver la tocata al fondo de la misma… o pudo ser en otra visita de The Godfathers a Sevilla?

    yo conocí al Manuuel (Caledonia) cuando era peluquero, veraneaba en Matalascañas (vecino de un colega mío) y se pasaba por el ensayo de un compañero de curro que se dedicaba a las ferias, para echar un rato de prestao… allí coincidiamos y durante años mantuvimos una cierta amistad, derivada de una guitarra que yo había montado en plan Frankestein con el cuerpo de una antigua Egmond, las pastillas Gibson y las tripas resueltas por un servidor, que enchufada a un Marshall de válvulas con un pedal de wah wah analógico marshall asimismo, parecía un gato pisao por el rabo… al bueno de Manolo le alucinaba lo que sacaba de esa guitarra y con el tiempo, cada vez que nos veiamos, nos echábamos unos recuerdos de aquellos ratos en el ensayo… hace años que no se de él

    …y Camarón (lo ví varias veces y no llegué de tener la ocasión de disfrutar de ese genio atesorado, administrado sin receta y con cuentagotas en sus imprevisibles actuaciones) verdaderamente, ya me hubiera gustado haberlo oído cantar en su época dorada 1969-1977 con el toque de Paco, pero esa fortuna me esquivó para siempre… que nueve discos!

  18. David, los Rolling están preparando una gira de despedida de dos años: http://www.estereofonica.com/los-rolling-stones-preparan-su-gira-y-despedida-mundial/

    El otro día precisamente nos preguntábamos en una cena con amigos cuál sería la próxima gran banda que podría llenar el Olímpico, dada la respuesta del público a U2. Sólo nos pusimos de acuerdo en dos nombres: Rolling Stones y Metallica, y no lo tengo yo claro con los segundos. Tiene que ser un nombre mítico, que aún haga giras, y que no haya tocado cerca desde hace tiempo, ¿no creéis?

    Estoy un poco agobiado con el curro, pero en cuanto acabe comento lo que vi de esta Cita, que en ese año ya sí andaba yo por aquí.

  19. Pues hombre, Losmi, no he dicho que fuese una mala entrada, sino que fue discreta… creo que rondó los mil asistentes o así. La sala sí se veía bastante poblada, de todas formas, aunque lo que dice usted de tener que ver el concierto desde atrás me hace pensar que a lo mejor cuando les vieron ustedes no fue esta noche, sino nueve meses después cuando les volvimos a traer. Esta segunda vez fue en la sala “Rrio”, de la calle Betis, y entró más o menos la misma gente que la otra vez (o quizás algo más), pero al ser la sala más pequeña sí que estuvo bastante más empetada.

    Este segundo fue un concierto especial para los Godfathers, sabe? porque fue el último que dieron con el fantástico guitarrista Mike Gibson, que se retiró justo después de nuestro concierto, que era el que ponía fin a su gira actual. Así que después de que tocasen, los propietarios de la sala y nosotros (aunque particularmente yo estuve bastante ocupado con el bisnes posterior y apenas caté nada) le teníamos preparada una fiesta de despedida, con champán, picoteo y esas cosas… fue una buena noche también.

    Y sobre su amigo Manuel, el de la Caledonia, ya le preguntaré a Mingo, a ver si él sabe algo.

    El problema de aquella etapa con Camarón para nosotros, al menos para mí, es que nos pillaba entre los 12 y los 20 años, una edad en la que rondando los 12 uno no iba a conciertos, y rondando los 20 uno iba a conciertos de rock, pero no de flamenco… ¿quién iba a pensar entonces que Camarón se convertiría en una leyenda de tal envergadura y que uno se estaba perdiendo sus cimientos? Fíjese que yo incluso no fuí a verle cuando estuvo en la segunda Cita, en 1.985. Creo que hasta un par de años después más o menos, después de apreciarlo en los discos cuando ya hablaban tanto de él que supe que me estaría perdiendo algo bueno, no comencé a ir a verle en sus conciertos por aquí. Y realmente los primeros que le ví sí que fueron fantásticos (o quizás yo era menos escrupuloso), pero durante los años 89 y 90 la verdad es que eran continuas decepciones. Menos mal que al menos este año ’91 sí le pude ver brillar de nuevo.

    Es curioso como afloran los recuerdos a tu memoria cuando estás navegando mentalmente por el pasado. Estaba intentando acordarme de cuando fue la primera vez que ví a Camarón y me ha venido el flash… no sé exactamente la fecha, pero debió ser en el ’87 en los Reales Alcázares, seguramente en primavera o verano porque fue al aire libre, en el Patio de la Montería, y en realidad no fuí por Camarón, sino por el Chocolate, que era vecino mío y tenía curiosidad por oírle cantar…

    Hablando de el Chocolate, no mucho despues de aquello, se tuvo que ir de aquel bloque vecino al mío porque su familia siempre estaba a la gresca con los Farrucos, y un día montaron tal pelea entre las dos familias (pero gorda, gorda, gorda…) que los Chocolates tuvieron que irse de allí por temor a cosas más graves. Los Farrucos (parte de la familia, claro) todavía viven allí…

    Mientras empieza el partido del Barça y los Lakers le contaré otra cosa de aquellos tiempos. El Farruco tenía tres hijas y un hijo, el Farruquito original, que iba para bailaor que superaría a su padre, pero se mató muy joven en un accidente de moto. De las tres hijas, la madre del famoso Farruquito actual era la mayor; después había otra, que fue la madrina de la también famosísima boda de este Farruquito, porque su madre estaba de luto (y esas cosas entre los gitanos se miran mucho y duran mucho también). Y luego estaba la tercera, la más pequeña, que era preciosa… y a mí me tenía enamoradísimooooo; pero platónicamente, claro… eran otros tiempos, otras culturas y yo, adolescente algo estúpido y cortaíto, nunca me hubiese acercado a ella, jejeje… el caso es que finalmente, años después, esta chica se enamoró y se casó con un payo, lo que originó que su familia la desterrase para siempre de su seno, y de esta farruquilla nunca se ha vuelto a saber nada más… supongo que vivirá feliz y anónima por algún lado con su marido y sus hijos…

  20. jojojo…me parto con el comentario: “La banda se ha dado cuenta que la edad se está volviendo un impedimento”.
    Metallica creo que ya no trabaja mucho los estadios. Veo más a Muse, que le gustan a Lu.

  21. Yo creo, amigo Zambombo, que los que habláis sobre quién será el próximo visitante del Estadio Olímpico estáis partiendo de una premisa errónea como es pensar que tiene que ser alguna banda que lo llene. Y no tiene por qué ser así. Se pueden hacer conciertos pensados para un aforo de entre 10 y 15.000 personas que solo ocupen uno de los fondos del estadio, y la parte de césped entre esa grada y el escenario. El concierto que al final se suspendió de Depeche Mode era así; el escenario estaba en el mismo sitio que el de Springsteen y Madonna (más o menos donde estaba también éste de U2), pero mirando hacia el fondo más cercano, no hacia el más lejano… no sé si me entendéis. Así, por ejemplo fue como se hizo también en el estadio de Jerez el concierto de Bob Dylan…

    Eso abre el abanico a la posible llegada de muchos grupos más, que sin ser totalmente multitudinarios si que arrastrarían a muchísimo público.

  22. losmierdas

    por supuesto repetimos en Rrio y tambien nos tuvimos que quedar atrás… es que en mi peña, siempre hemos sido de encervezarnos antes y llegar tarde, juajua!

    a Chocolate lo disfruté poco antes de su muerte, en la Bodega Góngora de Villanueva del Ariscal, en un homenaje que le dió la peña local… habiendo sido un enorme admirador de su cante desde joven sin haber tenido nunca la oportunidad de oirlo en directo, para mí fué una enorme satisfacción… sentado con mi mujer en segunda fila, detrás de su mujer, observamos con mucha emoción como esta le apuntaba los cantes con los labios, para que Antonio Núñez hilvanara una memoria deshilachada por el tiempo… nos hizo feliz aquella noche

  23. EuLaliA

    Jo, Carrascus. Todo lo que escribes es historia viva de Sevilla.

  24. anda ya… son solo recuerdos de la niñez y la juventud.

  25. Oiga, Losmi… según nos contó en otra ocasión por aquí, tiene usted una rara habilidad para sentarse detrás de la familia de los artistas que está viendo, jejeje… tenga cuidado con según quien vaya a ver…

  26. Creo que el de Héroes del Silencio fue el primero (y por lo que veo el único) concierto de la Cita que he visto en sus 8 ediciones. Aún conservo la entrada.

    Recuerdo que había un gran ventilador al fondo del escenario, que empezó a girar cuando apagaron las luces; al alcanzar su velocidad máxima empezaron a sonar los acordes con delay del comienzo de “Entre dos tierras” (el tema con el que abrieron). Estuvo bastante bien, o tuvo que estarlo, porque el volumen era bastante bajo y en cuanto Bunbury cantó las primeras frases, todo el mundo empezó a cantar (o vociferar) a la par que brincar y a los pocos temas me tuve que ir al fondo para enterarme de algo, pero allí el problema era el reverb. A la banda sí se la escuchó, aunque por entonces uno era jovencito y cualquier alarde instrumental le parecía de otro planeta, así que no creo que mi opinión cuente. Recuerdo que tocaron todo el disco que presentaban (menos un tema), las más famosas del primer disco, y dos (por entonces para mí) desconocidas “La visión de nuestras almas” y “Olvidado”. Ah, y Bunbury explicó de qué hablaba su famoso “Héroe de leyenda”, y todo.

  27. Recuerdo que al salir de ver a Camarón, yo iba recordadndo a Aurora Vargas porque me había dejado absolutamente sin palabras.
    Y Lo de London Beat… no consigo comprender cómo pudieron cantar en Sevilla.

    (Jaime Bretón, por cierto, me quitó el otro día un aparcamiento de estos que sólo te encuentras una vez en tu vida. Otro motivo más para tenerle coraje.)

  28. losmierdas

    …hace unas semanas me senté detras de Falete
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    cójeme los güevo y vete!

  29. Oiga, Dama… lo que dice usted de Londonbeat es por buenos o por malos, que no lo termino de pillar…?

    Jejeje… creo, Zambombo, que cuando vinieron a este concierto fue cuando Bunbury pilló el cabreo, porque en la prensa sevillana les habían llamado Los Héroes del Champú, en vez de su nombre de verdad.

  30. Creo recordar que el único concierto al que asistí fue al de La Frontera (de válvula). Bueno, ya no eran lo de sus inicios pero no estuvo mal del todo, además Tony Marmota se sobrepuso a unos problemas estomacales de la noche anterior… jejeje.

    Supongo que lo sabreis, pero veo que no se ha comentado. Descanse en paz el gran Solomon Burke.

  31. Puede ser, porque una amiga muy cercana al grupo, que estuvo comiendo con ellos durante esta visita, me contó que estuvo todo el tiempo con los otros tres, porque Bunbury tenía un cabreo de cuidado y estaba como en un aparte.

    Pero donde se tiró de cabeza al público a darse de hostias con uno que le estaba insultando fue en Marchena, no en Sevilla. Eso sí, sería probablemente en la misma gira, fue por esas fechas.

  32. Sí, lo iba a comentar ahora yo, que murió hace un par de días en el aeropuerto de Amsterdam. Hoy he estado comiendo con Ambrosio y cuando se lo conté me dijo: “joé, po si que tienen que sé malos allí los transbordos…”

    La familia no ha desvelado las causas de la muerte, que oficialmente son “causas naturales”.

    Lo de Marchena fue antes de la Cita, Zambombo, en la primera parte de la gira, a finales de julio del ’90. Después anduvieron un poco por Europa, descansaron de la extensa gira española, y en marzo empezaron una segunda parte más extensa todavía que por aquí les trajo a este concierto de Sevilla y a otros en verano en Mairena del Alcor y Écija.

    Y voy a ver si termino el siguiente post, que ya está casi listo. Esta vez toca uno de batallitas del abuelo Cebolleta… que os sea leve…

  33. Davidd

    Bueno… nuevo nuevo tampoco, seminuevo, casi a estrenar. Había comentado alguna cosa sobre Silvio anteriormente.

  34. Davidd

    ¿Héroes del champú? je je. Lo cierto es que eran muy ariscos con la prensa y los medios y se comportaban siempre con una actitud bastante chulesca. Eso hizo que se les tomara cierto odio en algunos ámbitos, y que cada vez que se podía se les criticaba; ese odio aun dura en mucha gente. Lo cierto es que a mi me apasionaba este grupo al que ahora ya ni escucho (también es que uno se cansa de escuchar las mismas canciones siempre), no puedo decir lo mismo de Bunbury en la actualidad y de la música que hace, que no me gusta nada.

  35. Ah, claro… tú eres el que se interesó por Silvio y sus discos. Es que en aquellos comentarios tu nombre solo tenía una “d” al final, y no dos como ahora.

    He estado repasándolos y he visto que no llegué a contestarte a si el material en directo que yo tenía por aquí de Silvio era “jabugo o guijuelo”, jejeje… pues la verdad es que hay de todo… incluso en los mismos jamones hay vetitas de las dos clases 🙂

    Supongo que alguna cosa más irá saliendo por aquí, porque Silvio es un tema bastante recurrente, y el Pive, con todo lo liado que anda ahora con las folklóricas no creo ni que se acuerde siquiera de eso del disco en directo… a ver si me acuerdo de decirle al Ambrosio que le pregunte la próxima vez que lo vea.

  36. Davidd

    Es verdad lo de la “d”, en varios foros me he puesto Davidd, no se por que aquí me puse con una sola “d”, pero bueno que más da. Lo de jabugo o guijuelo no era preguntando por la calidad de tus grabaciones de Silvio, era un intento de soborno hacia ti 😀

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